El verano se acerca y, con él, el final del curso. Ahora es el momento para empezar a preparar qué haremos hasta el inicio del próximo. Una de las opciones que mejor aúna aprendizaje y diversión para los jóvenes son los campamentos de verano. Es una experiencia diferente, que implica salir de casa y convivir con nuevas personas por un tiempo, con grandes beneficios para los niños.

A la hora de elegir campamento podemos encontrarlos de montaña, de playa, de idiomas, de deportes… Un amplio abanico para encontrar el que mejor encaje para nuestro hijo.

Os traemos algunas de las claves para elegir el campamento de verano perfecto.

Convivirá con otras personas de su edad o edades similares, pasará a formar parte de un grupo. Ese es uno de los puntos fuertes de la experiencia. Desde el primer día tendrá que aprender a consensuar cosas con sus compañeros, como elegir la cama, quien ayuda en un momento determinado o simplemente cómo organizar al grupo en las diferentes actividades de cada día. Ya no tendrán a los padres como referencia por lo que van a alcanzar una mayor madurez. Si la experiencia es positiva, aumentará su sociabilidad, su autoestima y su independencia.

Muchos expertos coinciden en señalar que la edad recomendable para ir a un campamento de verano es a partir de los cinco años. Los primeros días suelen ser los más difíciles, todo cambio necesita de un período de adaptación, y aunque su duración depende de cada niño, no suele pasar de la primera semana.

A la hora de elegir el campamento de verano para nuestro hijo, debemos tener en consideración cuestiones como:

• Tipo de actividades. Dependiendo del tipo de campamento de verano, se harán distintos tipos de actividades como visitas a ciudades o museos, excursiones a la montaña, actividades de río, competiciones deportivas… Por lo tanto, hay que tener en cuenta la seguridad de la organización.

• Conocimiento del lugar. Nunca viene mal saber algunas cosas del sitio al que viajan nuestros hijos, ya que nos quedaremos más tranquilos cuando estén allí.

• Cualificación de los monitores. Los monitores deben poseer la formación correspondiente en primeros auxilios, seguridad y prevención de accidentes, además de contar con experiencia en actividades con jóvenes, para poder ofrecer la mejor experiencia a nuestros hijos durante su estancia.

• Hay que tener en cuenta si existe un seguro que cubra a nuestros hijos cuando desempeñen todas las actividades del campamento.

Y, ante todo, debemos asegurarnos de que nuestros hijos vivan su experiencia en el campamento al máximo, que adquiera ese grado de madurez e independencia que le permitirá desenvolverse en su futuro y que vuelva con una buena panda de amigos.

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