Se la llama “la ciudad que nunca duerme”. Hablamos de Nueva York, una ciudad con una gran actividad de negocio durante el día y que cuando llega la noche deja su turno a la música local. Quien viaja allí sabe que la Gran Manzana está abierta 24 horas. Sin descanso alguno.
Conocer Nueva York en profundidad requiere una larga estancia. Sus grandes museos, sus extensos parques, sus calles interminables…se aúnan en una sola personalidad con la que se identifica la ciudad. Sin embargo, la Gran Manzana es más que eso. Por eso, en FSL os traemos una selección de algunos de sus lugares secretos para adentrarse en la cultura neoyorquina.
Sociedad de Ilustradores
Nueva York cuenta con infinidad de museos que visitar. Salvo que tu estancia en la ciudad sea duradera, es imposible visitar todos ellos. Sin embargo, hay un museo alternativo que goza de un gran prestigio a pesar de no ser de los más importantes: la Sociedad de Ilustradores. Situado en Upper East Side, exhibe la obra de ilustradores de diferentes países, aunque tiene una sala dedicada exclusivamente a la ilustración americana. El propio museo se define como un lugar donde “el arte y la cultura cruzan las fronteras”. Goza de más de un siglo de historia y ha tenido a famosos miembros como N.C. Wyeth o Norman Rockwell.
Fuente de la paz
Junto a la Catedral de San Juan el Divino nos encontramos la Fuente de la Paz. Se trata de una escultura de bronce diseñada por el escultor Greg Wyatt. En ella observamos dos figuras destacadas combatiendo que representan la lucha del bien y el mal. Hablamos del Arcángel San Miguel y Satanás. Otros detalles de la fuente son el Sol, la Luna y diferentes especies de animales.
Aguja de Cleopatra
Uno de los monumentos con más historia de Nueva York, aunque no fueron creados en esta ciudad. Son una pareja de obeliscos construidos en la época del faraón Tutmosis III en Egipto en el siglo XV a. C. Tras su paso por Alejandría, en el siglo XIX fueron separadas: una se fue a Londres y otra a Nueva York. Cuenta con una altura de más de 21 metros y esculpido con granito rojo y está ubicada en Central Park.
Balto
Resistencia, fidelidad, inteligencia. Son las tres palabras que podemos ver en otras de las estatuas de Central Park, dedicada a Balto. Fue el perro que recorrió más de 1.000 kilómetros –junto a otros- para llevar de Anchorage a Nome medicamentos que pararían una epidemia de difteria que estaba afectando a muchos niños. Se convirtió pronto en un héroe en Estados Unidos y hasta se hizo una película de animación en 1995 sobre su hazaña.
Muro de Berlín
En la noche del 9 al 10 de noviembre sucedió uno de los hitos más importantes de la historia: caída del Muro de Berlín. Tras su desaparición, miles de trozos fueron repartidos por diferentes ciudades del mundo, entre ellas Nueva York. En la actualidad podemos encontrar partes del Muro de Berlín en diferentes lugares de la ciudad estadounidense: Paley Park, Battery Park City, Intrepid Sea-Air-Space Museum o en la sede de la ONU.
Estación de Metro inactiva
El Metro de Nueva York tiene muchas curiosidades. Es la que más paradas tiene, funciona las 24 horas del día y se llama subway pero el 40% lo recorre por la superficie. Sin embargo, poca gente sabe que esconde una estación fantasma. La estación City Hall fue inaugurada a la vez que el Metro de la ciudad, en 1904. Era aquí donde los trenes daban la vuelta para reiniciar todo el recorrido. Debido a la poca afluencia que tenía (la mayoría de los pasajeros se bajaban en Brooklyn Bridge), se decidió cerrar en 1945. Aunque en la actualidad no se puede visitar, si viajas por la línea 6 podrás pasar por la estación City Hall y observarla durante poco tiempo.
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