París no es solo la ciudad del amor o de la luz, sino también es una ciudad por la cual sus empedradas calles esconden un encanto único. Por sus históricas calles conviven sus magníficos restaurantes, sus impresionantes museos y sus acogedores barrios que siguen conservando ese ambiente tan bohemio que enamora a cualquier visitante.

La capital de Francia se caracteriza por su diversidad de planes según el estado de ánimo. Por destacar un sitio concreto, viajamos hasta el Barrio Latino. Repleto de cafeterías, bares y restaurantes, también puedes pasear por sus jardines, visitar los museos que le comprenden y sumergirte en pequeñas librerías antiguas, como la de Shakespeare and Company.

También es recomendable darse un agradable paseo por la orilla del Sena, situado en Île de la Cité (lugar donde se fundó París) que es otro de los grandes lujos que tiene esta peculiar ciudad, desde donde podrás contemplar monumentos destacados como la Catedral de Notre Dame o la Sainte Chapelle, entre otros.

Torre Eiffel, seña de identidad

Aunque sabemos que la Torre Eiffel es el monumento más popular de París, no podemos omitirlo en este artículo. Construido con el foco puesto en la Exposición Universal de París de 1989, en un principio no les gusto a los habitantes acabó siendo un icono. En la primera planta de este maravilloso edificio se sitúa uno de los restaurantes más prestigiosos de la capital francesa, que cuenta con unas vistas maravillosas de las que acabarás enamorándote.

París, cuna de sus prestigiosos museos

En cuanto a museos, el más importante y prestigioso es el Museo de Louvre, abierto al público desde 1793, cuenta con más de 380.000 objetos y 35.000 obras de arte. Este museo recibe más de ocho millones de visitantes cada año. También hay que destacar el Museo de Orsay, dedicada a las artes plásticas del siglo XIX, y el Centro Pompidou, el centro nacional de arte y cultura.

Y por último, orgullo y reconocimiento 

Una de las peculiaridades de los franceses es escucharles cantar el himno de la Marsellesa en los estadios de fútbol cuando su selección juega un partido, en ese momento te das cuenta la emoción que transmite la letra del himno a sus habitantes que es de las cosas más hermosas y por lo que están tan orgullosos. Fue escrito en 1792 por Rouget Lisle y es actualmente el himno oficial de Francia.

Nos despedimos con la gastronomía francesa, una de las más reconocidas a nivel mundial por sus restaurantes y sus chefs. Los dulces y la repostería es uno de las insignias de la cocina francesa, tanto es así que tienen la universidad más prestigiosa del mundo en repostería como es Le Cordon Bleu. Entre postres más conocidos destacan la Tarta de Saint-Honoré y los Chouquettes.

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