Con leche, con frutas, con cobertura, con frutos secos o cereales, en polvo, negro, blanco… son algunos de los tipos de chocolate que más triunfan. “A nadie le amarga un dulce” es la frase (y excusa) perfecta de todo aquel que ama este alimento.
Seguramente, si nos preguntan sobre la historia del chocolate no se nos venga nada a la cabeza, solo se nos hace la boca agua. En este artículo de FSL te contamos los orígenes de este preciado alimento y que país o países son referentes en su producción.
El chocolate se obtiene del fruto del Theobroma cacao también denominado árbol del cacao o cacaotero. Theobroma significa “alimento de los dioses” y, según cuenta una leyenda, el dios Quetzalcóatl (uno de los dioses de la cultura mesoamericana) regaló a los habitantes del mundo este árbol de cacao.
Planta de cacao, de las semillas se extrae el chocolate
El cacao era considerado (y posiblemente lo siga siendo) un alimento de gran importancia en la dieta habitual, tal era su consideración que llegó a ser empleado como moneda de cambio. Las primeras civilizaciones que disfrutaron de este alimento no tuvieron la suerte de conocer las incontables variedades que conocemos hoy en día. Sin embargo, ya en aquellos tiempos lo tomaban líquido y mezclado con especias. El “subidón” de energía que proporcionaba era muy valorado entonces y la principal razón de la consideración que se le atribuía.
De los paisajes tropicales y cálidos que comprende la región de Mesoamérica nos trasladamos a Suiza. Pistas de esquí impresionantes, queso, fondue de queso y frío; mucho frío. Sin olvidarnos de otro elemento que caracteriza a Suiza: el chocolate.
Tradición, especialización, mito ¿qué hay detrás del chocolate Suizo? Para empezar en Suiza existen maestros chocolateros y escuelas específicas destinadas a quienes quieran formarse en el trabajo con chocolate. Además, Suiza es uno de los primeros países en los que se empezó a producir chocolate. En 1819 se fundó la primera fábrica de chocolate y en 1830 se inventó, en este mismo país, el chocolate con avellanas.
Fue también en 1819 cuándo François-Louis Cailler abre una fábrica de producción mecanizada en Corsier-sur-Vevey, cerca del Lago de Ginebra. Louis Cailler fue quién añadió la manteca del cacao a la mezcla del chocolate original para darle la textura fondue por dentro y crujiente por fuera.
La fondue es una comida típica de Suiza consistente en sumergir piezas de alimentos en líquidos calientes como queso derretido, aceite o chocolate.
Más tarde, en 1826, Philippe Suchard abrió su fábrica de chocolate en Serrières, cantón de Neuchatel y a partir de este momento empezaron a proliferar las fábricas y la elaboración artesanal del chocolate. En 1875, Daniel Peter mezcló el chocolate con la leche y gracias a esta innovación hoy tenemos una variedad de chocolate particularmente deliciosa. Debido al gran éxito que generó en su día, Suiza y el chocolate empezaron a formar parte del imaginario colectivo.
El conchado del chocolate
Es uno de los procesos más importantes del chocolate. Consiste en la depuración del chocolate para eliminar los sabores más ácidos y refinar la pasta del cacao. De esta forma, se añade bastante calidad al producto final. Es un proceso que puede durar hasta tres días, dependiendo del tipo de textura que se quiera. Debemos el conocimiento de esta técnica a el suizo Rodolphe Lindt –el apellido resultará familiar a los aficionados a este manjar adictivo. Gracias a sus investigaciones en esta dulce materia hoy en día disponemos de un chocolate blando y suave.
¿Responde esto a la incógnita que nos planteábamos al inicio del artículo? ¿Es el chocolate Suizo tan maravilloso como se piensa? Es una pregunta compleja. Incluso se podría bromear preguntando de nuevo si hay algún chocolate que no sea maravilloso.
Pero de lo que no cabe duda es que Suiza es un país con una gran tradición y especialización en lo que a elaboración del chocolate se refiere. No solo eso, ya que se estima que en Suiza el consumo de chocolate por persona es de unos 12 kilos, siendo uno de los países con el consumo más alto del mundo. No en vano, algunas de las mejores empresas y de los mejores maestros chocolateros del mundo tienen allí su base de operaciones. Y no podemos olvidar la asociación Chocosuisse, cuyo objetivo es asegurar la calidad en la producción del chocolate en el país.
Todos estos datos confirman que, como poco, Suiza se preocupa y se siente orgullosa del chocolate que elabora desde hace casi 200 años. Aun con todo, la decisión final debe ser propia: ¿Qué piensas tú del chocolate suizo?
Si quieres saber más sobre la historia del chocolate, puedes descubrir más en el siguiente vídeo:
Vídeo de Draw Club
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