Cuando en abril escribíamos sobre la posibilidad de ver ballenas en Canadá explicábamos que la isla de Vancouver, situada en la provincia de la Columbia Británica, era uno de los mejores lugares para poder observar ballenas en su hábitat.
Los meses de verano son la mejor época para el avistamiento de las orcas en Vancouver
En el artículo de hoy queremos dar espacio a otro tipo de animales que habitan por esta región: las orcas. Para ello, nos vamos a la costa oeste de Vancouver y más concretamente a las islas del Golfo (Gulf island), un archipiélago localizado en el estrecho de Georgia (entre la isla de Vancouver y la costa pacífica de la Columbia Británica) lugar donde es bastante sencillo divisarlas.
Un tour en barco es la opción más segura para su avistamiento, existen multitud de empresas que los ofrecen y que se comprometen a ofrecer otro viaje gratuito si no se produce el encuentro. También existe la posibilidad de acercarse más en zodiac o inlcuso en kayac. Es necesario añadir que, especialmente en kayac, te sientes vulnerable al lado de estos impresionantes animales. Si a esto le sumamos el paisaje formado entre el océano, un cielo azul inmenso y las montañas nevadas, es imposible no sentirse conmovido.
Cabe destacar que en el estrecho de Johnstone Strait (un canal de aproximandamente 110 kilómetros), es también un buen lugar para realizar una excursión. En esta zona se concentra una gran cantidad de salmones que sirven de alimento para las hambrientas orcas.
Vídeo de Telemadrid
Algunas características de las orcas
Las orcas son una especie de cetáceo que pertenece a la familia de los delfines. Se caracterizan por sus colores blancos y negros y su aleta dorsal, que puede llegar a medir hasta 1,80 metros. Cuentan con una gran tamaño, corpulencia y capacidad física que les permite dar enormes saltos por la superficie del agua. Pese a sus grandes dimensiones algunas han alcanzado velocidades de hasta 40 km/h.
Los machos pueden alcanzar los 9 metros de longitud y superar los 5.000 kilos. Las hembras, por su parte, pueden alcanzar los 8 metros y pesar 4.000 kilos. En libertad han logrado una gran longevidad, llegando a vivir hasta 80 años.
Las orcas se pueden dividir en tres grandes grupos: residentes, transitorias y marítimas. Las que son transitorias tienen un claro objetivo: cazar, por lo que es menos frecuente verlas saltando.
Son animales inteligentes que han sido capaces de desarrollar un sistema de comunicación complejo y establecer relaciones sociales muy asentadas que conservan de por vida. A la hora de cazar, han aplicado técnicas muy elaboradas como wave-hunting consistente en crear olas mediante el nado rápido que impacten contra bases de hielo con el objetivo de derribar a focas o leones marinos que se encuentren allí descansando. Debemos resaltar que este método tan singular de caza se ha observado en la península de Valdés (Argentina).
La mala fama de las orcas
Las orcas tienen fama de ser bastante agresivas, hasta tal punto de resultar peligrosas incluso para el ser humano. Sin embargo, cabe destacar que las orcas muestran un alto nivel de agresividad en condiciones de cautividad y normalmente contra sus cuidadores y entrenadores. Los reducidos espacios, los entrenamientos para los espectáculos, la falta de estímulos y socialización y la privación de libertad les provocan ansiedad y agresividad.
Las orcas en cautividad manifiestan un peculiar signo de malestar: la aleta dorsal torcida
Lo que sí es cierto es que son animales implacables cazando; muy pacientes e inteligentes. En condiciones naturales, su enorme capacidad física les permite llevar a cabo una persecución imparable basada en el agotamiento de la presa.
Los alimentos favoritos de las orcas son los calamares y peces. También cazan focas, lobos marinos e incluso aves
Con todo, los ataques de orcas en libertad a humanos son muy escasos. De hecho, sí existe constancia de casos en los han ayudado a náufragos o que han defendido a personas de ataques de tiburones.
El cine también ha dejado constancia de la buena fe de las orcas en libertad. Como gran ejemplo podemos citar la película dirigida por Simon Wincer ‘Liberad a Willy’ (1993) en la que Jesse es el único de entender el sufrimiento de un animal y hacer lo imposible por salvarlo.
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