Una de las principales consecuencias de la internacionalización de las empresas es la creciente valoración de los trabajadores con un perfil internacional por parte de los departamentos de recursos humanos, incluso las que tienen su domicilio en España. Pero ¿qué engloba un perfil internacional?

Dominar un segundo idioma

La gran mayoría de las empresas demandan profesionales con nivel de inglés bilingüe, algo lógico si tenemos en cuenta que es el idioma en el que hablan las empresas. Hasta tal punto llega esta tendencia que, con frecuencia, un segundo idioma constituye un requisito mínimo imprescindible y dominar un tercero supone un plus significativo. Una estancia en un país de habla inglesa, rodeado de nativos, es la forma más eficaz y eficiente de dominar un idioma ya que supone una inmersión en el mismo, haciendo uso de ello para todas las actividades de la vida diaria. Esto convierte el aprendizaje en una actividad a tiempo completo, no limitado al horario escolar.

Conocimiento ‘in situ’ de otro país

Conocer otro país, su cultura y convivir con personas del extranjero son, además, aspectos muy valorados por las firmas internacionales. Encuentran en estos perfiles las capacidades necesarias para relacionarse con clientes y construir equipo con compañeros de todo el mundo, sin importar el país de procedencia.

Capacidad de adaptación a diferentes ambientes de trabajo

En línea con la anterior, una persona que ha conocido otras formas de hacer las cosas, de relacionarse, de trabajar o de estudiar, entre otras, incrementa su capacidad de adaptación a diferentes entornos de trabajo. Esto, unido a la experiencia de viajar desde una edad temprana, desarrolla en los jóvenes una polivalencia y unas habilidades que facilitan una integración más rápida  en cualquier ambiente profesional.

Disponibilidad para rotar

La mencionada internacionalización conlleva, también, que las empresas deban llevar a cabo proyectos de larga duración en el extranjero, por lo que la disponibilidad para viajar y residir en otros países durante periodos determinados de tiempo comienza a ser un requisito frecuente en las empresas. Así, un trabajador con facilidad para rotar por diferentes países, que ya ha tenido la oportunidad de viajar por el mundo y que, por tanto, esté más acostumbrado a desplazarse y residir fuera de España, posee una gran ventaja competitiva respecto a quienes no han gozado de dicha experiencia.

Contactos a nivel internacional

En empresas globales, la posibilidad de contar con personas que puedan poner en contacto a empresas de diferentes países es muy valorada. En este sentido, los viajes al extranjero permiten relacionarse no solo con gente del propio país sino con estudiantes de todo el mundo, con el añadido de que esas personas tienen las mismas circunstancias al compartir la experiencia de un año en el extranjero. El desarrollo de estas relaciones no solo representa una oportunidad de ampliar los círculos de amistad de los alumnos sino que además, en un futuro, pueden tener un reflejo en el ámbito profesional.

Todos estos factores ponen de manifiesto la importancia de trabajar activamente para desarrollar un perfil internacional que, además de suponer un mayor enriquecimiento personal, nos permita diferenciarnos en un mercado laboral cada vez más global.

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