Capital de Alemania. Población: 3,5 millones de habitantes. Superficie: 891 kilómetros cuadrados. Clima: Continental húmedo. Así es Berlín, una de las ciudades más vanguardistas y multiculturales de Europa. Tras su volátil historia en las últimas décadas, la capital se ha posicionado como una de las más modernas del planeta.

La oferta cultural, de ocio y gastronómica de Berlín es variada. Si tienes pensado viajar a la capital alemana, desde FSL Blog te ofrecemos una serie de planes para exprimir a máximo la ciudad.

Isla de los Museos

Es el nombre que se le pone a una parte de la isla de Spreeinsel, en el río Spree. En 1999 se convirtió en Patrimonio Mundial de la UNESCO por su belleza arquitectónica y cultural. Fue construido en 100 años (de 1830 a 1930) por cinco arquitectos, uno por cada museo que acoge la isla. Éstos son: Museo Antiguo, Museo Nuevo, Antigua Galería Nacional, Museo de Pérgamo y el Museo Bode. El más famoso de los cinco es el de Pérgamo, que recibe cerca de un millón de visitantes al año. Es famoso por su altar de la época helenística.

Palacio de Sanssoucci

Este caso es una excepción puesto que nos tenemos que salir de Berlín, a 30 kilómetros por el suroeste. Nos vamos hasta Potsdam para conocer Sanssoucci, conjunto de edificios y jardines que fueron residencia de la dinastía Hohenzollern durante más de tres siglos. Merece la pena visitar el palacio de Sanssouci, una modesta joya de la arquitectura rococó que levantó Federico II el Grande en dos años.

Muro de Berlín

Símbolo de la división existente durante la Guerra Fría, en 2017 se cumplen 28 años de la caída del ‘Muro de la Vergüenza’. En casi estas tres últimas décadas, el Muro se ha ido descomponiendo y diferentes trozos se han llevado a otras ciudades del mundo. Sin embargo, el trozo más grande que hay en Berlín en la actualidad se encuentra en la East Side Gallery y mide más de un kilómetro.

Monumento del Holocausto

También es denominado oficialmente como el Monumento a los judíos de Europa asesinados. Diseñado por Peter Eisenman y Buro Happol, fue inaugurado en 2005. Más de 2700 losas de hormigón cubren un campo inclinado de casi 20.000 metros cuadrados en recuerdo a los judíos que fueron víctimas del Holocausto. Recibe aproximadamente más de dos millones de visitas al año.

Puerta de Brandeburgo

Es una antigua puerta de entrada a Berlín. Se trata de un edificio monumental con columnas que, en su época (fue inaugurado en 1791), significaba el acceso al ‘Nuevo Berlín’. Ha sido protagonista de numerosos sucesos históricos de la capital alemana. Actualmente, es uno de los emblemas de Berlín.

Hackesche Höfe

En el barrio de Spandauer Vorstadt encontramos Hackesche Höfe, un conjunto de edificios unidos entre sí por patios interiores. Se construyó en 1906 con la intención de unir talleres, viviendas y negocios. Con el paso de los años, se ha convertido en escenario de vanguardia y en 1972 se declaró “monumento histórico”. Sus más de 25.000 kilómetros cuadrados acogen en la actualidad casas, instituciones culturales y empresas industriales. Se ha convertido en una atracción turística.

Reloj Mundial

Se encuentra situado en la Alexanderplatz. Es otro de los iconos de Berlín. Se encuentra en una plaza cercana a estaciones de autobuses y trenes, por lo que es la más visitada por turistas anualmente. El Reloj fue construido en 1969 tras la reurbanización de la plaza durante la antigua República Democrática Alemana. Mide 10 metros de altura y pesa más de 16 toneladas. Lo más importante: te dice la hora qué es en varios ciudades.

Dejamos en el tintero otros lugares igual de emblemáticos como el Reichstag, el barrio de Kreuzberg, la Iglesia del Recuerdo o el Dead Chicken Alley, entre otros muchos sitios. Berlín bien merece una visita.

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