Existen ciertas ocasiones donde la naturaleza y el miedo se enfrentan el uno al otro. Los Cliffs of Moher (acantilados de Moher), en Irlanda, son un claro ejemplo de ello. La maravillosas vistas que ofrecen estos acantilados puede con el temor a las alturas. Y es que si nunca has visitado Irlanda y buscas una excusa perfecta, Cliffs of Moher son una baza muy potente para decidirte finalmente por este destino. Con más de 210 metros de altura en algunos tramos y casi 13 kilómetros de longitud, lo convierten en una de las vistas más increíbles del mundo.
El Origen de Cliffs of Moher
Los geólogos ubican el origen los acantilados de Moher hace 300 millones de años, siendo las estructuras rocosas naturales más antiguas de todo Irlanda. Se encuentran a medio camino entre la ciudad de Galway y la de Limerick, en la costa oeste, y es uno de los lugares más visitados del país.
Cornelius O´Brien, es una figura a tener muy en cuenta, ya que construyó a principios del siglo XIX el mejor mirador de los Cliffs of Moher, un muro de casi dos metros de altura y dos centímetros y medio de grosor, cuya función principal es marcar el camino que recorre los acantilados. También construyó una mesa de piedra circular para los visitantes. Se dice que O´Brien construyo todo menos, lógicamente, los acantilados.
El clima en Irlanda, como ya sabemos, es bastante lluvioso y no está nunca de más llevar un chubasquero, aunque si tienes suerte y consigues ver el atardecer con el cielo despejado puede que tus ojos sean partícipes de una puesta de sol increíble. Si el día acompaña y está despejado, desde el mirador puedes divisar la bahía de Galway, las montañas de Maumturk, en Connemara, y la península de Dingle, en el condado de Kerry.
¿Cuánto tiempo necesito para la visita?
Para recorrer los acantilados tranquilamente y disfrutar de las maravillosas vistas se necesita como mínimo tres horas y media, aunque si tienes mucha prisa lo puedes ver en unas dos horas aproximadamente.
Es una zona protegida, y podemos avistar más de 20 diferentes especies de aves marinas. Si tienes intención de visitar Cliffs of Moher programa tu visita con antelación para evitar las prisas.
Escenario de muchas películas
Los acantilados de Moher aparecen en infinidad de producción cinematográficas. La película más famosa probablemente sea Harry Potter y el misterio del príncipe, donde aparecen en una escena espectacular con Dumbledore y Harry frente a las paredes verticales de los acantilados.
También se pueden ver en La princesa prometida, La hija de Ryan o El hombre de Mackintosh.
No importa cuántas veces hayas visto los acantilados en vídeos, imágenes o con tus propios ojos, que vas a sentir la necesidad de ir a verlos otra vez como si nunca hubieras presenciado nada igual.
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