Quien no arriesga no gana, y si queremos llegar a los lugares más increíbles del mundo a veces tenemos que “correr” algún riesgo. En algunos lugares del mundo existen pistas de aterrizaje con un punto de dificultad añadido a lo que estamos acostumbrados. Desde FSL queremos compartir algunos de estos ejemplos.
Empezamos por la pista más corta del mundo. Se trata del aeropuerto Juancho E. Yrausquin, en la isla de Saba (Holanda), con 400 metros de longitud. No todos los aviones pueden aterrizar en este aeropuerto. A la hora de formarse, los pilotos deben superar un curso que les preparan específicamente para aterrizajes en pistas con una longitud reducida. La pista ha sido elegida como la llegada más espectacular a un aeropuerto, y desde que se inauguró el 18 de septiembre de 1963, nunca ha sufrido un solo accidente.
El aeropuerto de Lukla, en Nepal, está situado a casi tres kilómetros de altitud y la pista cuenta con 450 metros de longitud. El programa “Los Aeropuertos Más Extremos”, del Canal Historia, lo nombró como el aeropuerto más peligroso del mundo. Al estar rodeado de montañas los pilotos se ven obligados a maniobrar en el despegue y el aterrizaje. Lukla es el pueblo desde donde parten la mayoría de los visitantes del Himalaya y al encontrarse a tanta altura hay muchos puentes colgantes que facilitan el día a día de los lugareños y turistas.
Aterrizajes con vistas:
El aeropuerto Princess Juliana, en la isla de San Martin del caribe, es famoso en el mundo porque los aviones cada vez que aterrizan pasan por encima de una playa a escasos 25 metros de altura aproximadamente. Mientras, la gente toma el sol tranquilamente o saca fotografías espectaculares. Si quieres ver los aterrizajes más alucinantes del mundo, desde la playa de Maho es el lugar idóneo.
Otra de las pistas que necesitan pilotos con experiencia y una preparación especial es la de Gustaf III de San Bartolomé. Apenas 650 metros para realizar el aterrizaje y en los extremos encontramos una colina con una pendiente considerable por donde pasa una carretera, y finaliza en la playa. Únicamente pueden utilizar esta pista aviones con menos de 20 pasajeros y el horario es de ocho de la mañana a seis de la tarde.
Si bien pensábamos que nada podía sorprendernos, puede que un aeropuerto a en una estación de esquí, y con una pendiente de 18,6% nos ayude. El aeropuerto de Courchevel, de los Alpes franceses, está en el top ten de aeropuertos más extremos del mundo y la ausencia de iluminación de la pista y aproximación por instrumentos hace que sea prácticamente imposible aterrizar en días de niebla.
Foto de Hugues Mitton
Estas son algunas de las pistas de aterrizaje más complicadas del mundo y únicamente los pilotos mejor preparados pueden aterrizar y despegar poniendo a nuestro alcance la posibilidad de seguir descubriendo los rincones más espectaculares del mundo. A día de hoy, viajar en avión sigue siendo el medio de transporte más seguro y en 2017 de 36,8 millones de vuelos comerciales, solo el 0,00002% sufrieron un percance. El aeropuerto es la puerta de salida a experiencias increíbles, aunque algunos sean de los más curiosos.
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