Star Wars vuelve a ser un fenómeno mundial. El pasado diciembre se estrenó el octavo capítulo de la saga, Star Wars: Los Últimos Jedi, y ya ha superado los 1.000 millones de euros en taquilla. Y es que el fenómeno cinematográfico de esta galaxia no tiene fin: todavía le quedan varios spin-off que estrenar y, previsiblemente, en 2019 saldrá la novena y última entrega de la saga.
Si eres un amante de Star Wars y además te gusta viajar al extranjero, Irlanda es tu próximo destino. Lo tenemos claro. Más aún si has alucinado con Los Últimos Jedi. ¿Por qué Irlanda, uno de los destinos FSL? Porque muchas de las escenas de la última película se rodaron allí, mostrando paisajes espectaculares de este país. Pero, ¿qué escenas son aquellas donde aparece Irlanda?
En la película, Luke Skywalker se retira a la isla Ahch-To (tranquilos, no habrá spoilers para aquel que no la haya visto). Allí viaja en busca del primer templo jedi. En la realidad, esa isla rocosa se llama Skellig Michael y está ubicada a 15 kilómetros de la península de Iveragh, Irlanda.
Se trata de una isla pequeña, con una superficie de 0,21 kilómetros cuadrados, pero que cuenta con unos acantilados de miedo, que el propio escritor irlandés George Bernard Shaw definió como “parte de nuestro mundo de sueños”.
A 180 metros de altura se sitúan un pequeño monasterio y ruinas de ascetas medievales cuyo origen se desconoce. Las primera referencia escrita sobre el monasterio y los vestigios datan del siglo VIII, que recoge la muerte de un monje llamado Suibhini de Skellig. Algunas historias (o leyendas) creen que ahí se fundó la abadía al santo Fionán en el siglo VI. Estos vestigios se convirtieron en 1996 en Patrimonio Mundial de la Humanidad por la UNESCO.
Ahora, esta belleza arqueológica ha sido escenario de la mayoría de escenas en las que aparece Luke Skywalker en la última cinta. Sus pequeñas “casas” de piedra son utilizadas como morada por el gran jedi. Pero en realidad fueron las casas de los monjes de aquella época hasta el siglo XIII. Las fuertes tormentas y el clima cada vez más frío obligó a los monjes a reubicarse en la abadía de Ballinskelligs. La isla estuvo abandonada hasta el siglo XIX, cuando se construyó un faro y los trabajadores se instalaron allí.
«Un mundo de cuento de hadas»
El actor Mark Hamill, que interpreta a Luke Skywalker, define la isla como “un mundo de cuento de hadas. Simplemente no puedes creer lo que ves”. Por su parte, el director Rian Johnson cree que Skellig es “un santuario de aves”.
Desde cruces de piedra, pozos y hasta un cementerio se pueden ver desde la cima de Skellig Michael. A esto hay que sumarle las bellas vistas marítimas. Pero para acceder a lo más alto de la isla hace falta subir una escalera de piedra con más de un milenio de existencia.
En Star Wars: Los Últimos Jedi, los protagonistas acceden a la isla gracias al Halcón Milenario, la mítica nave dirigida por Han Solo y Chewbacca. En la vida real, se puede acceder en barco desde varios puntos del país. Con motivo de la película, miles de fans de la saga viajan a conocer el lugar donde se retira Luke Skywalker. Skellig Michael se ha convertido en la isla jedi de Irlanda.
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